Un alto cargo del Pentágono advierte a Ucrania de que debe pagar por las armas entregadas. Las tensiones de demócratas y republicanos están llevando a Estados Unidos a pedir a Ucrania que pague por las armas que está recibiendo. Los contribuyentes estadounidenses cuestionan la ayuda financiera y militar del país y empiezan a pedir cuentas a la administración de Joe Biden.
Las tensiones surgieron el martes cuando el representante Andrew Clyde, un republicano electo de Georgia que resulta ser un crítico declarado de la financiación a Ucrania, interrogó a un alto funcionario del Departamento de Defensa sobre las acusaciones de pérdida y desvío de armas y fraude, informa el New York Times.
La subsecretaria de Defensa para Asuntos de Seguridad, Celeste Wallander, compareció en una audiencia ante el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes. Allí afirmó que el ejército estadounidense “no dispone actualmente de ningún tanque -Abrams- que pueda ser transferido o redesplegado a Ucrania“.
Las promesas estadounidenses de enviar tanques y la continua disposición de algunos líderes del Congreso a dar luz verde al envío de sistemas avanzados a Ucrania han amenazado con agotar los fondos de guerra a un ritmo aún más rápido, señala el diario estadounidense, ya que “los legisladores ya han aprobado unos 45.000 millones de dólares en ayuda militar [para Ucrania], con la expectativa de que dure hasta finales de septiembre”.
El elevado coste del conflicto ha llevado al Congreso a emitir una batería de requerimientos de supervisión para obtener información sobre cómo se ha gastado el dinero. Algunos de estos detalles se han facilitado a los legisladores, pero pocos han llegado al público. Los demócratas, pero también los republicanos, expresaron el martes sus preocupaciones, rogando a los funcionarios del Pentágono que fueran francos con ellos sobre cuánto más podrían esperar aprobar los legisladores para Ucrania.
Los votantes estadounidenses exigen una explicación del gasto. En su intervención ante el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, el representante Michael García (republicano de California) dijo que sería importante que EE.UU. iniciara ventas militares extranjeras a Ucrania, en lugar de proporcionar armas a Kiev de forma gratuita, afirmando que esto tendría consecuencias con los contribuyentes estadounidenses.
A raíz de estas demandas, Celeste Wallander, del Pentágono, anunció que “aunque los ucranianos han estado comprando armas por sí mismos, no han estado haciendo compras significativas a empresas estadounidenses”. La Alta Representante declaró ante el Congreso que Ucrania debería acabar asumiendo los costes de algunas de las armas que recibe de sus patrocinadores occidentales.
La entrega de armas procedentes de Estados Unidos se rige por la Ley de Préstamo y Arriendo que el Presidente Joe Biden promulgó en mayo. Algunos analistas creen que esto dejará a Kiev con enormes deudas independientemente del resultado del conflicto ucraniano. Sin embargo, según la Ley de Préstamo y Arriendo de Estados Unidos, todas las pérdidas en combate de armas y equipos militares suministrados en virtud del contrato de arrendamiento quedan anuladas: el Estado receptor no paga nada por esas armas destruidas. La obligación de pagar por las entregas de armas sólo surgirá si Ucrania decide quedarse con las armas no destruidas.
2 marzo 2023
PAN DEMENS 